tiempo de descanso

Con la llegada del frío invernal los jardineros tenemos un poco más de tiempo para dormir, descansar y reponer energías. Solo queda la poda de las rosas (que no es poco) y algunas plantaciones de árboles y arbustos. Me gusta ponerme un abrigo y recorrer el jardín para encontrarme con aquellos rincones que durante el verano están tapados de vegetación.

Los bancos forman una parte importante en mi jardín, están ubicados en lugares estratégicos y no tanto.

Me sirven para tomarme algún respiro y mirar el jardín desde otro ángulo. Los bancos llaman al reposo, le dan un aire relajado al jardín e invitan a recorrerlo. Arman espacios y nos ofrecen diferentes perspectivas del jardín y la casa. Me gustan todos, pero sobre todo aquellos hechos con materiales naturales, a veces tan solo una piedra sirve para parar un rato y contemplar el paisaje que nos rodea.

Los de teka son ideales para estar a la intemperie, ya que resisten muy bien la lluvia y el sol y se van poniendo grises a medida que pasa el tiempo.

Este banco medio destartalado está cerca de la virgen y mirando al huerta. Lo pintamos de vez en cuando para que resista un poco más y como se usa poco por ahora aguanta....

Este banquito hecho de varillas de alambrado lo compré en un pueblo que se llama Videla Dorna en una recorrida de jardines de alumnas que hicimos el año pasado, lo fabrican con las varillas recicladas y son también muy resistentes a la intemperie.

Este banco largo, lo fabricó José con unas varillas que conseguí rescatar antes de que las tiraran a un volquete. Formaban originalmente una espaldera tutor para frambuesas, creo que deben ser de quebracho, ahí van también juntando verdín y resistiendo el paso del tiempo.

Los durmientes viejos son el recurso más sencillo para armar bancos en el jardín. En este caso están bajo unas acacias blancas, aquí me siento mucho a limpiar las rosas cuando tengo que armar ramos, y también para tener una vista abierta del jardín. Para elevarlo usé dos pedazos de leña que nos trajeron, eran dos semicírculos perfectos sobre los cuales apoyamos el durmiente.

También un poco desvencijado, este banco llama al descanso al menos por un ratito. Pareciera que los arbustos lo sostienen.

María está feliz descansando y calentándose con el primer sol de la mañana....

Este diseño moderno lo vi en una revista inglesa y lo mandé a fabricar en quebracho. Tiene un solo problema...es pesadísimo!!

En un marco natural, todo sirve para relajarse un rato....

Estos bancos estaban en la subida a una cascada en el sur, era una larga caminata así que su presencia era bienvenida.

Cuando un árbol cae, se pueden hacer muchas cosas. La más fácil: fabricar un banco.