domingo, 19 de febrero de 2017

la alegría de ser jardinero (1º entrega)


Es sabido que con la edad uno se pone más reflexivo, así que a partir de hoy voy a compartir con ustedes algunos pensamientos y alegrías que me da permanentemente este oficio y debido a lo cual creo que nunca voy a dejar de ser sencillamente JARDINERA.   
Sin ir más lejos y tratando de poner ejemplos a mis palabras,  ayer decidí hacer unos gajos de la Salvia guaranitica 'Argentina Skies', mientras los preparaba pensé que era una pena tirar las flores que estaban en la punta de las ramas de donde saqué los gajos. Así que las guardé y cuando terminé fui a cortar unas rosas Tchaivosky y enseguida puse todo en esta jarra de cerámica para traer un poco del jardín a mi cocina . Así de simple. 

La preparación de los gajos de Salvia, tantas veces vista. Pero esta vez decidí aprovechar todo, los gajos y las flores. 

Terminada esa tarea me puse a arrancar las plantas viejas de Scabiosas que crecieron espontáneamente entre los ladrillos (que están apoyados sobre tierra), había un par de plantas que había crecido entre este banco viejo de madera. A medida que sacaba las plantas y despejaba el área, de repente veo que en habían germinado las semillas de las escabiosas sobre el palo humedecido y con musgo!

Este espectáculo fue lo que encontré......no podía creer la belleza....! Así es queridos amigos jardineros, la generosidad y la simpleza de la naturaleza, eso es lo que me llena de alegría y me carga las pilas para seguir en este camino.

La Scabiosa atropurpurea en sus épocas de gloria y floración (primavera), creciendo insolentemente entre las sillas y bancos del jardín. Hacia medidos de verano, aquí en Buenos Aires que hace bastante calor, ya es más semilla que flor, así que prefiero arrancar las plantas y dejar que las semillas solas caigan para volver a germinar cuando se sientan a gusto.




























De cerca se ven las algunas semillas dispersas sobre el musgo y otras ya germinadas.