domingo, 1 de julio de 2018

Francia: recuerdos de Bagatelle y más aprendizaje...!

El Castillo de Bagatelle, construido en 1775, con la vista desde y hacia el estanque. 
Hace 28 años (...tanto pasó??!), tuve la suerte de poder hacer una pasantía en el Parque de Bagatelle, en Paris. Por ese entonces ya había terminado de estudiar (Tec. en Floricultura y Jardinería UBA) y estaba trabajando, pero busqué esta oportunidad, se dio, y allí fui. El tiempo que estuve ahí compartiendo con los jardineros las tareas de mantenimiento, fueron puro aprendizaje. Este año, ni bien llegué, emprendí la visita a ese maravilloso lugar que tantos recuerdos me trae.

El parque tiene una superficie de 23 hectáreas, diseñado con caminos sinuosos entre árboles centenarios. También tiene un rosedal (en donde se realiza cada año el concurso de rosas nuevas), una orangerie, una huerta, un jardín de lirios, etc. Vale la pena la visita.

L´orangerie, es una construcción que solían tener los castillos para guardar los cítricos durante el invierno, para que no murieran con las heladas o nieve.
En el rosedal de Bagatelle aprendí muchas cosas sobre el cuidado de las rosas: como plantarlas, como atarlas, todas las variedades y tipos de rosas, y cómo se hace el cuidado y la clasificación de las variedades nuevas en concurso, etc.  
Algo que me llamó la atención en aquel momento y ahora lo sigo viendo allí, es la manera de sostener algunas rosas trepadoras. 

Ademas de los tradicionales postes de madera y pérgolas, tienen estas sogas gruesas en donde las van atando. Además de quedar muy bien, es mas fácil para mantenerlas (podar, atar, etc.).

Los conos grandes topiarios son de Taxus baccata, éstos se podan una vez por año para mantener su forma. 

La variedades nuevas presentadas para el concurso, son plantadas dos años antes y evaluadas por el jefe jardinero del rosedal, que lleva anotado en un cuaderno el comportamiento de cada una y la respuesta a las diferentes prácticas que se les realizan. 


En Bagatelle aprendí que los Clematis son buenos compañeros de las rosas trepadoras, ya que usan sus ramas rígidas para enredarse y nunca llegan a asfixiarlas porque sus tallos son bastante finos. Además, qué bien quedan. 

Sobre estos treillages, se van atando los tallos de las rosas y clematis a medida que crecen.  En el invierno se desprenden casi totalmente para podarlas, luego se vuelven a atar. 

El pie de los Clematis necesita estar en la sombra (fresco) y las rosas no son muy lindas en su base, así que estas herbáceas perennes cumplen perfecto la función de tapar los primeros 60-80 cm.  

Dejando Paris, empezamos la recorrida de los jardines por Saint Jean de Beauregard. Allí nos encontramos con un jardín-huerta de 2 hectáreas, mantenido por un solo jardinero. Un espacio increíble, bien diseñado y mantenido por supuesto. 

Los allium estaban a sus anchas, disfrutando el final de la primavera. 

La entrada por una glorieta de rosas....
Seguimos camino hacia el Jardin Medieval de Bois Richeux. Una pequeña joya diseñada y cuidada por su dueño, recreando el jardín medieval de plantas medicinales y aromáticas. 

Los buxus podados forman cuadrados, los mismos se repiten también con otros bordes. Cada uno conteniendo diferentes especies aromáticas. El dueño muy apasionado, nos guió a través del pequeño jardín explicando cada una de sus plantas, historia, función y uso.


La Valeriana officinalis, una especie medicinal, y también muy bella. 

El jardín casi en su totalidad, pequeño, pero muy interesante. 

Los maceteros de mimbre contienen especies aromáticas y otras plantas de huerta. Las estructuras son renovadas cada cuatro años aproximadamente.  

Cada planta, forma y estructura tiene su razón de ser. Los buxus que forman los cuadrados representan la conexión con la tierra (lo terrenal) y los Taxus podados en forma espiralada, la conexión con el cielo.