poda de rosas

Más vale tarde que nunca....finalmente llegó el momento de contarles cómo hago la poda de mis rosales en el invierno. Este año como el frío llegó más tarde, la poda se retrasó un poco...
El objetivo de esta poda es devolver a las plantas su forma, para que den mejores flores y crezcan más fuertes durante la primavera y el verano.

La época ideal es cuando la planta está en su momento de mayor reposo, eso ocurre en general después de algunas heladas o fríos fuertes. Yo comienzo con la poda desde junio, porque tengo demasiadas plantas y además para tener una floración un poquito escalonada en la primavera. Pero en general el mes de julio es perfecto para la poda.

Como primer paso, pueden acortarse las ramas largas para que no molesten y que sea más fácil maniobrar los cortes siguientes. Después se eliminan las ramas enfermas cortando hasta llegar a la parte sana y también se podan las lastimadas y las muy finitas. Éstas se podan desde la base o el nacimiento.

Eliminar las que se tocan y pueden lastimarse

El punto más importante en la poda de las rosas es la orientación de la última yema. Esta debe quedar orientada hacia afuera en las variedades arbustivas, las de pie bajo, las híbridas de té y las floribundas, de manera de lograr que la planta se abra y le entre más luz y aire, ya que esa yema será la que dará origen a una rama estructural durante la temporada de producción.

Herramientas necesarias: guantes, tijera de mano, serrucho y tijera de fuerza.

Elegir las ramas más sanas para que formen la futura estructura de la planta.

Hacer el corte a un cm aprox. de la yema y en forma oblicua

Una vez finalizada la poda limpiamos bien la base de las plantas y agregamos una buena capa (3 cm ) de compost (cama de caballo, humus de lombriz, etc) y pulverizamos con polisulfuro de calcio (que es un fungicida e insecticida) para darle una protección a todos los cortes. Esta aplicación se repite a los 15 días. Así queda la planta lista para comenzar su brotación desde finales de invierno.